20 mayo, 2025
"Partimos 54 desconocidos y volvimos 54 personas unidas por vivencias únicas. Por haber compartido momentos y reflexiones muy profundas y sobre todo experiencias de fe que estoy segura nos marcaron a todos”. Nora Cáceres
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Administrativos y profesionales de la Comunidad UC estuvieron 12 días recorriendo el Vaticano, Roma y otras ciudades en Italia, en el marco de una verdadera peregrinación espiritual. En esta instancia, y como parte de la comitiva oficial UC, nuestra subdirectora de Docencia, Nora Cáceres, nos contó sus perspectivas al respecto.
Nora, describió como sorpresiva su nominación entre los colaboradores seleccionados por la Universidad: “La verdad es que ya había perdido las esperanzas, hasta que, a mediado de marzo, el Decano fue a mi oficina y me dio la noticia de que había sido seleccionada para participar en la delegación que iría al Jubileo. Fue un momento muy feliz y a esas alturas muy inesperado. Un regalo de este Jubileo de la Esperanza”.
Durante los días en que se llevó a cabo esta peregrinación, la delegación pudo conocer lugares históricos y santos de la historia de la Iglesia Universal. Así lo recuerda Nora: “Cada día vivimos momentos increíbles, verdaderos regalos. Sin embargo, hay dos en particular que fueron especialmente significativos. Uno de ellos fue la peregrinación desde el Castillo de Sant’Angelo hasta la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Caminamos por la Vía de la Conciliación hasta el altar de la Basílica con una gran cruz que nos guiaba. Entramos como grupo, rezando, cantando y meditando sobre el significado de ese momento. Otro fue la misa que tuvimos en las Catacumbas de San Calisto a las afueras de Roma. Participar en la Eucaristía donde los primeros cristianos descansan, varios de ellos martirizados por su fe, fue realmente impactante, un momento muy profundo”.
Ésta es primera vez que la UC envía una delegación de funcionarios a una experiencia como esta, lo que significó una oportunidad de crecimiento personal para el grupo en su conjunto, donde se pudieron crear lazos, contactos, camaradería y el sentimiento de pertenencia a la Universidad.
Nora explica que, pese a no haberse conocido antes, se logró una experiencia de comunidad: “Diría que partimos 54 desconocidos y volvimos 54 personas unidas por vivencias únicas. Por haber compartido momentos y reflexiones muy profundas y sobre todo experiencias de fe que estoy segura nos marcaron a todos. No puedo dejar de mencionar al Padre Jorge Merino que fue el corazón del grupo y el que siempre nos recordaba el propósito de nuestra peregrinación”.
Finalmente, Nora recalca lo impresionante que fue tener esta verdadera lección de fe colectiva: “El Jubileo es un llamado a la conversión, la esperanza y la unidad y es eso lo que vi y viví durante la peregrinación. Eso es lo que más destaco: la renovación de la fe y el gozo que logramos varios en nuestros corazones”.